El frío y la artritis tienen una relación compleja que a menudo agrava los problemas a los que se enfrentan las personas con afecciones articulares. La caída en picado de las temperaturas puede repercutir significativamente en los síntomas que experimentan quienes padecen artritis. A medida que desciende el mercurio, los músculos y los tejidos articulares tienden a contraerse, lo que reduce la flexibilidad y aumenta la rigidez. Este fenómeno suele amplificar las molestias asociadas a la artritis.
A Raven le diagnosticaron artritis a los 40 años y, aunque pudo controlar la enfermedad durante los veranos, los inviernos supusieron un nuevo reto para él durante los dos primeros años. Tras visitar a su médico, descubrieron que la variable que faltaba en la rutina de Raven contra la artritis era el ejercicio regular durante los meses de invierno. Como residente en Banff, siempre le había gustado montar en bicicleta y hacer senderismo en el Parque Nacional de Banff durante los veranos, pero aún no había encontrado una actividad adecuada para los duros inviernos de las praderas.
Fue entonces cuando Raven encontró su nuevo amor por el yoga. Decidió inscribirse en un estudio de yoga cercano y comenzó su viaje yóguico. Esto no sólo le proporcionó una manera de mantenerse activo durante el invierno, sino que también trajo increíbles mejoras en sus síntomas de artritis. Raven empezó a sentirse más cómodo durante los inviernos y, en los cinco años siguientes, su artritis mejoró en un notable 90%.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se calcula que 53,2 millones de adultos en Estados Unidos (21,2% de la población) padecen alguna forma de artritisEl invierno puede agravar la artritis reumatoide, la gota, el lupus o la fibromialgia.
Las investigaciones demuestran que las bajas temperaturas pueden hacer que los músculos y las articulaciones se contraigan, lo que provoca molestias y rigidez. La reducción de los ejercicios físicos y los cambios en la presión barométrica asociados a esta estación también pueden contribuir a aumentar el dolor y la inflamación en articulaciones artríticas.
Por eso muchos médicos recomiendan a los pacientes con artritis mantenerse activos durante el invierno para conservar la flexibilidad y movilidad de las articulaciones. "El ejercicio regular puede ayudar a aliviar el dolor, aumentar la fuerza y mejorar el bienestar general durante el invierno. Incluso 30 minutos de ejercicios de calentamiento en interiores o correr un rato pueden favorecer la salud de las articulaciones", afirma la Dra. Elizabeth Kagan, especialista en ortopedia.
Raven encontró una solución en el Yoga. ¿Y tú? En este artículo, exploraremos algunos ejercicios de interior eficaces que te cubrirán durante el invierno. También aprenderemos por qué mantenerse activo durante esta estación es esencial para la salud de tus articulaciones.
¿Afecta el tiempo a la artritis?
Sí, el tiempo puede influir en los síntomas de la artritis, y muchas personas con artritis refieren un aumento del dolor y la rigidez en función de las condiciones meteorológicas. Aunque las pruebas científicas sobre este tema no son del todo concluyentes, muchas personas que padecen artritis han observado una correlación entre los patrones meteorológicos y la gravedad de sus síntomas.
Las explicaciones más comunes son:
Temperaturas frías
El frío y la artritis están relacionados, ya que las bajas temperaturas provocan la contracción de músculos, tendones y ligamentos, lo que se traduce en una mayor rigidez y molestias en las articulaciones.
Humedad
Los cambios en la presión barométrica, que suelen producirse cuando llueve o hay tormenta, pueden afectar al líquido de las articulaciones.
Artritis y frío: Síntomas comunes
Según la Dra. Elizabeth Kagan, "los pacientes suelen padecer tres síntomas principales durante los inviernos: rigidez muscular, reducción de la circulación sanguínea y aumento del dolor articular". He aquí algunas explicaciones para cada uno de ellos.
Aumento de la rigidez y reducción de la movilidad
¿Puede el clima influir en los brotes de artritis reumatoide? El frío influye en la contracción articular y muscular, exacerbando los síntomas de la artritis. La reducción del movimiento en invierno debilita los músculos y empeora la rigidez articular. Los cambios de presión atmosférica provocan inflamación y molestias en las articulaciones afectadas, lo que influye en la duración de los brotes de artrosis.
Impacto en la circulación sanguínea
Durante el invierno, la circulación sanguínea puede verse afectada por varios factores. Las bajas temperaturas estrechan los vasos sanguíneos y las arterias, lo que restringe el flujo sanguíneo y reduce la cantidad de oxígeno que llega al corazón. Como consecuencia, el corazón tiene que esforzarse más para hacer circular la sangre a través de los vasos sanguíneos estrechos. Este mayor esfuerzo del corazón puede afectar a la circulación sanguínea.
Intensificación del dolor articular
El frío puede aumentar el dolor articular en las personas con artritis. Los estudios en curso pretenden profundizar en los mecanismos que subyacen a este fenómeno, con pruebas emergentes que sugieren que los cambios en el líquido sinovial dentro de las articulaciones y el aumento de la sensibilidad nerviosa pueden contribuir a este problema.
La importancia de los ejercicios de calentamiento
Los ejercicios de calentamiento desempeñan un papel crucial en el alivio de estos síntomas al aumentar gradualmente el flujo sanguíneo a las zonas afectadas.
Esta mejora de la circulación es vital, ya que suministra a las articulaciones nutrientes esenciales y oxígeno, creando un entorno que favorece una mejor función articular. Al aumentar el flujo sanguíneo, los músculos y los tejidos conjuntivos también se calientan, lo que hace que las articulaciones sean más flexibles y receptivas. Este suave aumento de la temperatura afloja eficazmente las articulaciones rígidas, haciendo que los movimientos posteriores sean más cómodos y reduciendo el riesgo de lesiones.
Ejercicios de calentamiento de invierno para el tratamiento de la artritis
Estiramientos suaves
Comience su rutina de calentamiento con estiramientos suaves para mejorar la flexibilidad y la amplitud de movimiento. Céntrate en las articulaciones principales, como muñecas, rodillas y tobillos. Mantén cada estiramiento durante 15-30 segundos, aumentando gradualmente la duración a medida que mejora tu flexibilidad.
Círculos conjuntos
Gire las muñecas, los tobillos y los hombros con movimientos circulares. Este ejercicio lubrica las articulaciones y reduce la rigidez. Repite cada movimiento 10-15 veces en sentido horario y antihorario alternativamente.
Aeróbic de bajo impacto
Pruebe a realizar 30 minutos de ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar o nadar en interior, 3 o 4 días a la semana. Estas actividades favorecen la salud cardiovascular y activan una mejor circulación sanguínea.
Yoga para la artritis
Las posturas suaves de yoga pueden mejorar la flexibilidad y el equilibrio al tiempo que favorecen la relajación. Busque rutinas de yoga adecuadas para la artritis que se centren en estiramientos suaves con respiración profunda. Algunas posturas beneficiosas son la del guerrero, la del puente, la del triángulo, la del ángulo lateral y la de la silla.
Ciclismo estacionario
Opte por la bicicleta estática, que proporciona un ejercicio cardiovascular de bajo impacto sin forzar las articulaciones. Ajusta la resistencia a un nivel cómodo y pedalea a un ritmo constante durante 15-30 minutos.
¿Cuánto duran los brotes de artrosis?
Los brotes de artrosis pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas.
Es esencial que las personas que experimenten una reagudización se comuniquen con su profesional sanitario para determinar el curso de acción más adecuado. Los médicos pueden ajustar la medicación y recomendar algunos ejercicios articulares y algunas modificaciones del estilo de vida en función de la enfermedad.
Esto es lo que debe tener en cuenta
Sobrellevar la artritis cuando hace frío exige una estrategia personalizada y proactiva. Dar prioridad al calor, mantenerse activo y emplear tácticas para mitigar los factores desencadenantes relacionados con el tiempo es crucial para las personas que padecen artritis. Vestirse en capas, mantenerse hidratado y buscar asesoramiento personalizado de profesionales sanitarios puede ayudar a gestionar la artritis de forma más eficaz en invierno. En cuanto a la pregunta "¿El hielo ayuda a la artritis?", buscar orientación profesional sobre diversas técnicas de tratamiento, incluido el uso de hielo, puede ser beneficioso para las personas que se enfrentan a los síntomas de la artritis durante las estaciones más frías.
Si se abriga bien, se hidrata y consulta a los profesionales sanitarios para que le asesoren, podrá afrontar mejor los retos de la artritis en invierno.