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Problemas estomacales
Desde el punto de vista médico, los problemas estomacales se conocen como enfermedades gastrointestinales. Afectan al tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Algunos ejemplos son la diarrea, la intoxicación alimentaria, las náuseas y los vómitos, entre otros. Hay dos tipos de enfermedades gastrointestinales, que pueden ser funcionales o estructurales.
Los trastornos funcionales del estómago son los problemas más comunes que afectan al tracto gastrointestinal. El estreñimiento, el síndrome del intestino irritable (SII), la ERGE, la hinchazón por gases, las náuseas, así como la diarrea pueden etiquetarse categóricamente como trastornos digestivos funcionales. Las enfermedades gastrointestinales funcionales son aquellas en las que el tracto gastrointestinal puede parecer normal cuando se examina, pero no se comporta ni se mueve con eficacia. La mala alimentación, la inactividad física, el estrés e incluso el uso excesivo de medicamentos antidiarreicos que pueden debilitar los músculos intestinales pueden contribuir a desarrollar problemas estomacales funcionales.
Por otro lado, los problemas estomacales estructurales son aquellos en los que el estómago tiene un aspecto anormal en la revisión médica y además no funciona bien. Algunos ejemplos de problemas digestivos estructurales son el estreñimiento, la estenosis, las estenosis, los pólipos de colon, el cáncer de colon, las hemorroides, los abscesos perianales y otras enfermedades inflamatorias intestinales. A menudo, el tratamiento de las enfermedades gastrointestinales estructurales puede requerir cirugía.
Muchas enfermedades gastrointestinales pueden prevenirse o incluso minimizarse. Un estilo de vida sano y unos buenos hábitos alimentarios pueden reducir las probabilidades de desarrollar problemas estomacales graves. Se recomienda un cribado precoz a las personas propensas o con antecedentes familiares de cáncer.
Se recomienda realizar una colonoscopia a los pacientes con un riesgo moderado, más concretamente a los que rondan los 40 años. La colonoscopia es un examen del intestino para detectar cualquier signo de inflamación, irritación, pólipos y cáncer. Se introduce en el recto un tubo largo y flexible con luz y una pequeña cámara para observar los movimientos y elementos anormales del intestino.