Enfermedad renal crónica (ERC) es una enfermedad progresiva caracterizada por un deterioro gradual de la función renal. Los riñones son esenciales para filtrar los residuos y el exceso de líquidos de la sangre. La ERC se diagnostica cuando existe daño renal o una tasa de filtración glomerular (TFG) inferior a 60 ml/min/1,73 m² durante más de tres meses. La ERC se clasifica en cinco estadios en función de la TFG:
- Estadio 1: Daño renal con TFG normal o elevada (≥90 mL/min/1,73 m²).
- Estadio 2: Daño renal con disminución leve del FG (60-89 ml/min/1,73 m²).
- Estadio 3: Disminución moderada del FG (30-59 ml/min/1,73 m²).
- Estadio 4: Disminución grave del FG (15-29 mL/min/1,73 m²).
- Estadio 5: Insuficiencia renal o enfermedad renal terminal (ERT) con FG <15 ml/min/1,73 m², que a menudo requiere diálisis o trasplante.
Diagnóstico y reconocimiento de la ERC
Diagnóstico de la ERC implica una combinación de pruebas y evaluaciones:
- Análisis de sangre: Medir la creatinina sérica para estimar la TFG.
- Análisis de orina: Detectar albuminuria, un marcador precoz de daño renal.
- Estudios de imagen: La ecografía se utiliza para evaluar la estructura renal.
- Biopsia renal: Determina la causa subyacente del daño renal.
La ERC suele ser asintomática en sus primeras fases, pero puede provocar síntomas como fatiga, hinchazón e hipertensión a medida que avanza.
El impacto de la diabetes en la enfermedad renal
La diabetes es una de las principales causas de ERCEl 30-40% de los diabéticos desarrollan nefropatía diabética. Esta afección se caracteriza por daños glomerulares debidos a niveles elevados y prolongados de azúcar en sangre. Los factores que contribuyen a la ERC en las personas con diabetes son la hiperglucemia, la hipertensión y la inflamación crónica.
Control de la insuficiencia renal crónica
Las estrategias de gestión tienen por objeto progresión lenta de la ERC y controlar los síntomas:
- Modificaciones del estilo de vida:
- Cambios en la dieta: Reducir la ingesta de sodio, fósforo y proteínas.
- Ejercicio regular: Mantener la salud cardiovascular.
- Dejar de fumar: Reduce la progresión de la ERC y los riesgos cardiovasculares.
- Medicamentos:
- Inhibidores de la ECA y ARA-II: Disminuyen la presión arterial y reducen la proteinuria.
- Diuréticos: Controlan la retención de líquidos.
- Agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE): Tratan la anemia.
- Aglutinantes del fosfato: Previenen las enfermedades óseas.
- Control de la tensión arterial y el azúcar: Mantener niveles óptimos para prevenir complicaciones.
- Terapia renal sustitutiva: Diálisis o trasplante para pacientes con enfermedad renal terminal.
Papel de la liraglutida en la protección renal
Liraglutida, a Agonista del receptor GLP-1ha demostrado ser prometedora para proteger salud renal en pacientes con diabetes de tipo 2. Entre sus principales beneficios se incluyen:
- Reducción de la albuminuria: Disminuye la progresión en 22%.
- Ralentiza la progresión de la nefropatía: Disminuye la aparición de microalbuminuria en 26%.
- Impacto sobre la TFG: Mantiene o mejora la TFG, reduciendo el riesgo de disminución por 13%.
- Reducción del riesgo de ESRD: Reduce el riesgo en 15%.
- Protección cardiovascular y renal global: Ofrece una reducción de 13% en eventos cardiovasculares, beneficiando la salud renal.
Conclusión
La enfermedad renal crónica es un importante problema sanitario mundialLa diabetes es uno de los principales factores. La detección precoz y el tratamiento integral son cruciales. La liraglutida, junto con los cambios en el estilo de vida y el control de la presión arterial y la glucosa, ofrece protección renal y mejora la calidad de vida de los pacientes con ERC. Es importante señalar que los datos relativos a la liraglutida reflejan una reducción del riesgo relativo, no una reducción del riesgo absoluto, y que estos estudios se centran en individuos con diabetes de tipo 2, no en todos los pacientes con ERC.