Metformina es ampliamente reconocida por gestionar niveles de azúcar en sangre en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Sin embargo, el artículo de hoy se centrará en el efecto de la metformina en la prevención del desarrollo de la fisiopatología de la insuficiencia cardíaca mediante el control de marcadores bien conocidos de enfermedad cardiovascular.
Cómo reduce la metformina los riesgos cardiovasculares
Uno de los principales hallazgos de estudios recientes es la asociación entre el uso de metformina y niveles más bajos de NT-proBNP (péptido natriurético pro cerebral N-terminal). El NT-proBNP es un biomarcador que indica el riesgo de eventos cardiovasculares como la insuficiencia cardiaca. Los pacientes con niveles más bajos de NT-proBNP suelen tener un menor riesgo de complicaciones relacionadas con el corazón. La capacidad de la metformina para reducir los niveles de NT-proBNP se correlaciona directamente con su potencial para proteger frente a las enfermedades cardiovasculares.
Mecanismos cardioprotectores de la metformina
La metformina ejerce sus beneficios cardiovasculares a través de múltiples mecanismos:
- Activación de la AMPK: La metformina activa la proteína cinasa activada por AMP (AMPK), una enzima crucial para el equilibrio energético celular. La activación de la AMPK mejora la función cardiaca al potenciar la utilización de la glucosa a través de una mayor colocación de GLUT 4 en los cardiomiocitos y una mayor utilización de los lípidos a través de la función mitocondrial de betaoxidación. El corazón prefiere utilizar los ácidos grasos como fuente de energía, lo que se traduce en una mejor salud general del corazón y una reducción del estrés en el músculo cardíaco.
- Reducción del estrés oxidativo y la inflamación: Se ha demostrado que la metformina reduce el estrés oxidativo y la inflamación, factores ambos que contribuyen en gran medida al desarrollo de la insuficiencia cardíaca. Al reducir estos procesos nocivos, la metformina ayuda a preservar la función cardiaca y a prevenir la progresión de las cardiopatías. El estrés y la inflamación se reducen porque una molécula de glucosa utiliza 4 moléculas de NAD+, necesarias para generar sistemas antirradicales libres.
- Prevención del remodelado cardíaco: El remodelado cardíaco, que incluye la hipertrofia (engrosamiento del músculo cardíaco) y la fibrosis (formación de tejido cicatricial), a menudo conduce a insuficiencia cardíaca. Se ha demostrado que la metformina previene estos cambios, manteniendo la integridad estructural y la funcionalidad del corazón.
Pruebas clínicas que respaldan los beneficios cardiovasculares de la metformina
Varios estudios a gran escala han confirmado los beneficios cardiovasculares de la metformina:
Reducción de la mortalidad: Pacientes con diabetes tipo 2 que utilizan metformina presentan una mortalidad CV por cualquier causa 13% inferior. En estudios observacionales a gran escala, la mortalidad comparada con la de quienes utilizan otros tratamientos hipoglucemiantes, como las sulfonilureas, puede llegar a 30%. También se observa una reducción de 8% en los reingresos por insuficiencia cardiaca relacionados con la enfermedad CV.
Metformina en el tratamiento de la diabetes: Una terapia de primera línea
La metformina sigue siendo el tratamiento de primera línea para la diabetes de tipo 2, en gran parte debido a sus demostrados beneficios cardiovasculares. A pesar de la disponibilidad de medicamentos más nuevos, la capacidad de la metformina para reducir los riesgos cardiovasculares la convierte en una parte esencial de los planes de tratamiento de la diabetes.
Potencial para un uso más amplio
Existe un interés creciente por el uso de la metformina más allá de las poblaciones diabéticas. Sus efectos cardioprotectores podrían beneficiar a los pacientes con insuficiencia cardíaca, incluso a los que no padecen diabetes. Esta posible expansión del uso de la metformina subraya la necesidad de seguir investigando para comprender plenamente sus beneficios en poblaciones de pacientes más amplias.
Por qué la metformina sigue siendo la mejor opción para el tratamiento de la diabetes
El papel de la metformina en la reducción de los riesgos cardiovasculares la convierte en algo más que un simple fármaco hipoglucemiante. Su capacidad para reducir las concentraciones de NT-proBNP, prevenir la insuficiencia cardíaca y disminuir la mortalidad la convierten en un medicamento inestimable para los pacientes con diabetes de tipo 2. A medida que avancen las investigaciones, es probable que aumente la importancia de la metformina tanto en la diabetes como en la atención cardiovascular, lo que reforzará su posición como terapia fundamental en el tratamiento de las enfermedades crónicas.