El herpes ocular es una infección vírica de los ojos que puede causar dolor, inflamación y secreción. La causa más frecuente es el virus del herpes simple (VHS), pero otros virus también pueden desencadenar esta infección ocular.
La Academia Americana de Oftalmología calcula que cada año se diagnostican unos 24.000 nuevos casos de herpes ocular en Estados Unidos.
Tipos de herpes ocular
El tipo más común de herpes ocular es la queratitis epitelial. En este tipo, el virus está presente en la fina capa más externa de la córnea, el epitelio.
El virus del herpes también puede dañar el estroma, una de las capas más profundas de la córnea. Esta infección herpética ocular específica se denomina queratitis estromal.
En comparación, la queratitis estromal es más peligrosa que la queratitis epitelial porque puede dañar la córnea hasta el punto de provocar ceguera y puede reaparecer en cualquier momento.
Síntomas del herpes ocular
El herpes ocular presenta varios síntomas, como enrojecimiento y sensación de quemazón en el ojo. También puede notar una secreción ocular. Aparte de eso, una persona infectada con herpes ocular puede sentir un dolor punzante o punzante en uno o ambos ojos. Este dolor puede aparecer y extenderse por la cara, el cuello o la espalda. Es probable que la córnea y la conjuntiva (la parte anterior del ojo) estén infectadas, lo que puede causar pérdida de visión en casos graves.
Otros síntomas del herpes ocular también incluyen:
- Sensibilidad a la luz
- Párpados inflamados
- Lagrimeo frecuente
- Ampollas rojas en el párpado superior
Estos síntomas del herpes suelen aparecer entre dos y cuatro días después de la exposición al virus y pueden durar varios días. Sin embargo, un tratamiento adecuado puede reducir el tiempo de recuperación.
El herpes ocular puede confundirse con la conjuntivitis, más comúnmente conocida como conjuntivitis. Ambas infecciones pueden estar provocadas por un virus. Sin embargo, a diferencia del herpes ocular, la conjuntivitis también puede estar causada por otros factores, como alergias, bacterias o sustancias químicas.
Formas eficaces de evitar el herpes ocular
Para evitar que el herpes ocular reaparezca, debe mantener una buena higiene personal. Lávese los ojos con regularidad y utilice guantes cuando manipule colirios para prevenir la infección. Para mantener a raya el herpes ocular, debe limitar su exposición a los rayos ultravioleta (UV). Utilice gafas cuando esté al aire libre para protegerse. En la medida de lo posible, evite frotarse los ojos. Puede provocar la propagación del virus o irritar aún más tus ojos. Por último, lávate los ojos con agua limpia con frecuencia.
Aunque pueden durar más tiempo, el herpes ocular simple suele curarse en una o dos semanas. Medicamentos contra el herpes es necesario un tratamiento para reducir el riesgo de problemas.