El eccema dishidrótico, un tipo de dermatitis caracterizada por ampollas pequeñas que pican en los bordes de los dedos de manos y pies, las palmas de las manos y las plantas de los pies, puede ser una afección frustrante de tratar.
Mucha gente se pregunta si eczema dishidrótico es contagiosa y cómo puede influir el estrés en su aparición. En este artículo trataremos estas cuestiones, profundizaremos en los síntomas y las causas y explicaremos los tratamientos eficaces. Asimismo, este artículo pretende aclarar si el eccema dishidrótico es contagioso, explorar el importante impacto del estrés en la afección y abordar la idea errónea común de que se trata de un reacción alérgica a los esmaltes en gel o sustancias utilizadas durante la manicura.
¿Es contagioso el eccema dishidrótico?
No, el eczema dishidrótico no es contagioso. No la causa una infección y no puede contagiarse de una persona a otra. Se desconoce su causa exacta, pero se cree que está relacionada con factores como el estrés, las alergias, la humedad de manos y pies y la exposición a determinadas sustancias como el níquel o el cobalto. Aunque la afección puede ser molesta y a veces dolorosa, no plantea ningún riesgo de transmisión a otras personas. Controlar los factores desencadenantes y mantener un buen cuidado de la piel puede ayudar a controlar los síntomas y reducir los brotes.
El eccema dishidrótico suele afectar a adultos de entre 20 y 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. Es más frecuente en mujeres que en hombres. Las personas con antecedentes de dermatitis atópica, fiebre del heno o alergias tienen un mayor riesgo.
Las personas que suelen tener las manos o los pies en el agua o están expuestas a irritantes como el níquel, el cobalto o determinadas sustancias químicas también son más propensas. Además, las personas sometidas a mucho estrés o que experimentan una sudoración excesiva pueden ser más propensas a desarrollar eccema dishidrótico.
El papel del estrés en el eccema dishidrótico
El estrés es un factor importante en la exacerbación del eccema dishidrótico. Cuando el organismo de un individuo experimenta estrés, puede provocar una cascada de respuestas inmunitarias que pueden conducir al desarrollo de golpes de tensión en los dedos y otras zonas afectadas por el eccema dishidrótico.
Estudios han demostrado que las personas expuestas a un estrés elevado son más propensas a sufrir episodios de brotes, especialmente de esta enfermedad. De ahí que controlar el estrés mediante diversas técnicas como la atención plena, el ejercicio y la relajación pueda ayudar a disminuir la frecuencia y gravedad de los brotes.
Causas del eccema dishidrótico
La raíz exacta del eccema dishidrótico sigue sin estar clara. Sin embargo, se han señalado varios factores que contribuyen a su desarrollo. Entre ellos se incluyen:
Predisposición genética
Los antecedentes de eccema u otras afecciones alérgicas en la familia aumentan la probabilidad de desarrollar eccema dishidrótico. Esta predisposición genética significa que las personas con parientes cercanos que han padecido eccema u otras enfermedades atópicas, como asma o fiebre del heno, tienen un mayor riesgo de desarrollar eccema dishidrótico. Los factores genéticos implicados pueden afectar a la respuesta del sistema inmunitario y a la función de barrera de la piel, haciendo que la piel sea más susceptible a la irritación y a la formación de ampollas con picor características del eccema dishidrótico.
Alérgenos
La exposición a determinados alérgenos, como el níquel o el cobalto, puede desencadenar síntomas de eccema dishidrótico. Estos metales se encuentran habitualmente en artículos cotidianos como joyas, aparatos electrónicos e incluso algunos alimentos. Cuando la piel de una persona entra en contacto con estos alérgenos, puede provocar una respuesta inmunitaria, que conduce a la inflamación y la aparición de ampollas. Identificar y evitar estos desencadenantes es crucial para controlar la enfermedad y prevenir los brotes.
Sudando
La sudoración excesiva, especialmente en manos y pies, puede contribuir a la aparición de brotes de eccema dishidrótico. La sudoración puede crear un ambiente húmedo que irrita la piel y compromete su función de barrera. Este aumento de la humedad puede provocar la maceración de la piel, haciéndola más propensa a la irritación y la infección. Para las personas con eccema dishidrótico, controlar el sudor mediante una higiene adecuada, el uso de tejidos transpirables y antitranspirantes puede ayudar a reducir la frecuencia y también la gravedad de los brotes.
Estrés
El estrés es un desencadenante importante del eccema dishidrótico porque activa la respuesta inmunitaria del organismo, lo que provoca un aumento de la inflamación y la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Estos cambios hormonales pueden alterar la función de barrera natural de la piel, haciéndola más susceptible a irritantes y alérgenos.
Tratamientos eficaces para el eccema dishidrótico
El control del eccema dishidrótico implica una combinación de cambios en el estilo de vida y tratamientos. He aquí algunas estrategias eficaces:
Esteroides tópicos
Los corticoides tópicos suelen recetarse para reducir la inflamación y el picor asociados al eccema dishidrótico. Estos medicamentos, disponibles en distintas concentraciones, ayudan a calmar la respuesta inmunitaria que provoca las características ampollas y molestias. La aplicación de una crema para el tratamiento del eccema dishidrótico que contenga corticoesteroides directamente en las zonas afectadas puede proporcionar un alivio significativo y acelerar el proceso de curación.
Hidratantes
Mantener la piel bien hidratada es crucial para tratar el eccema dishidrótico. El uso regular de cremas hidratantes, como vaselina u otros emolientes, puede ayudar a mantener la hidratación de la piel y crear una barrera protectora contra los irritantes. Estos productos deben aplicarse con frecuencia, sobre todo después de lavarse las manos o entrar en contacto con el agua, para fijar la humedad y evitar que la piel se reseque y agriete, lo que puede desencadenar o empeorar los síntomas.
Evitar desencadenantes
Identificar y evitar los factores desencadenantes es un aspecto clave del tratamiento del eccema dishidrótico. Las personas con esta afección deben tratar de determinar qué exacerba sus síntomas y tomar medidas para minimizar el contacto con estos desencadenantes. Por ejemplo, utilizar guantes al manipular metales o jabones suaves y sin perfume puede ayudar a reducir la probabilidad de brotes.
Medicamentos con receta
En los casos graves en los que los tratamientos tópicos y los cambios en el estilo de vida son insuficientes, puede ser necesario recetar medicamentos. Los medicamentos orales, como los corticosteroides, los inmunosupresores o los antihistamínicos, pueden ayudar a controlar los síntomas del eccema dishidrótico.
Tratamientos específicos
Por otro lado, entre los tratamientos específicos para el eccema dishidrótico también se incluyen los siguientes:
La mejor crema para el eccema dishidrótico
Selección del mejor crema para el eczema dishidrótico consiste en elegir productos con potentes ingredientes antiinflamatorios. Estas cremas suelen contener corticoesteroides, que ayudan a reducir la hinchazón, el enrojecimiento y el picor.
Algunas opciones de venta libre son la crema de hidrocortisona, pero para los casos más graves, un dermatólogo puede recetar esteroides tópicos más potentes.
Pie de atleta y eccema dishidrótico en los pies
El eccema dishidrótico de los pies puede complicarse con la presencia de un pie de atleta, una infección fúngica. Mantener una higiene adecuada de los pies también es fundamental para evitar que estos problemas se superpongan y se agraven mutuamente. Lavarse los pies, secarlos bien, llevar calzado transpirable y cambiarse de calcetines con frecuencia puede ayudar a controlar la humedad y reducir la proliferación de hongos.
Para llevar
El eccema dishidrótico puede ser una afección cutánea difícil de tratar, pero si se conocen sus factores desencadenantes, especialmente el papel del estrés, y se aplican los tratamientos adecuados, los síntomas pueden mejorar considerablemente. Aunque no es contagioso, es fundamental cuidarlo bien y evitar los desencadenantes. Si sospecha que padece eccema dishidrótico, busque ayuda médica para recibir un plan de tratamiento personalizado y descubrir el mejor tratamiento para sus necesidades específicas.
Preguntas más frecuentes (FAQ)
¿Cómo deshacerse del eccema dishidrótico?
Para deshacerse del eccema dishidrótico, siga un plan de tratamiento integral que incluya el uso de esteroides tópicos prescritos para reducir la inflamación, la hidratación regular de la piel con productos como vaselina para prevenir la sequedad, evitar los desencadenantes conocidos como ciertos metales o alérgenos y controlar los niveles de estrés. En casos graves, el dermatólogo puede prescribir medicamentos orales u otros tratamientos.
¿Cómo tratar el eczema dishidrótico?
El tratamiento del eccema dishidrótico consiste en utilizar una crema de tratamiento del eccema dishidrótico que contenga corticosteroides para reducir el picor y la inflamación, aplicar emolientes como la vaselina para mantener la piel hidratada, identificar y evitar los alérgenos e irritantes que pueden desencadenar brotes, y consultar a un médico para obtener opciones de tratamiento personalizadas y seguir sus recomendaciones.
¿Cuál es el código CIE del eccema dishidrótico?
La CIE-10, también conocida como Clasificación Internacional de Enfermedades 10ª revisión, es un sistema utilizado por los médicos para categorizar y codificar todos los diagnósticos, síntomas y procedimientos de las enfermedades. El código CIE-10 del eccema dishidrótico es L30.1. Los profesionales sanitarios utilizan este código para clasificar y codificar el diagnóstico del eccema dishidrótico a efectos de historias clínicas, facturación y seguros.