Gabapentina 

Usos de la Gabapentina

La gabapentina se utiliza para ayudar a controlar las crisis parciales (convulsiones) en el tratamiento de la epilepsia. Este medicamento no puede curar la epilepsia y sólo servirá para controlar los ataques mientras siga tomándolo. También se utiliza para controlar una enfermedad llamada neuralgia postherpética, que es el dolor que se produce después del herpes zóster.

La gabapentina actúa en el cerebro para prevenir las convulsiones y aliviar el dolor en determinadas afecciones del sistema nervioso. No se utiliza para el dolor habitual causado por lesiones leves o artritis. La gabapentina es un anticonvulsivo.

Precauciones y advertencias

La gabapentina puede causar problemas respiratorios potencialmente mortales, especialmente si ya padece un trastorno respiratorio o si utiliza otros medicamentos que pueden producir somnolencia o enlentecer la respiración. Busque atención médica de urgencia si tiene una respiración muy lenta.

Algunas personas tienen pensamientos suicidas mientras toman medicamentos anticonvulsivos. Manténgase alerta a los cambios en su estado de ánimo o síntomas. Informe a su médico inmediatamente si tiene cambios repentinos de humor o comportamiento, o pensamientos suicidas.

Las convulsiones pueden aumentar si deja de usar gabapentina repentinamente. Consulte a su médico antes de dejar de tomar el medicamento.

Evite conducir o realizar actividades peligrosas hasta que sepa cómo le afectará la gabapentina. Los mareos o la somnolencia pueden provocar caídas, accidentes o lesiones graves.

No deje de tomar gabapentina de repente, aunque se sienta bien.

Algunas personas tienen pensamientos suicidas mientras toman medicamentos anticonvulsivos. Los niños que toman gabapentina pueden tener cambios de comportamiento. Manténgase alerta a los cambios en su estado de ánimo o síntomas. Su familia o cuidadores también deben estar atentos a cambios repentinos en su comportamiento.

Se desconoce si la gabapentina puede dañar al feto. Informe a su médico si está embarazada o planea quedarse embarazada.

No empiece ni deje de tomar medicación anticonvulsiva durante el embarazo sin el consejo de su médico. Tener una convulsión durante el embarazo podría dañar tanto a la madre como al bebé. Informe a su médico si se queda embarazada.

Si está embarazada, su nombre puede figurar en un registro de embarazos para hacer un seguimiento de los efectos de la gabapentina en el bebé.

Pregúntele a su médico si es seguro amamantar mientras usa gabapentina.

Dosificación

La dosis de este medicamento será diferente para los distintos pacientes. Siga las órdenes de su médico o las instrucciones de la etiqueta. La siguiente información sólo incluye las dosis medias de este medicamento. Si su dosis es diferente, no la cambie a menos que su médico se lo indique.

La cantidad de medicamento que debe tomar depende de su concentración. Además, el número de dosis diarias, el intervalo entre ellas y la duración del tratamiento dependen del problema médico para el que se utiliza el medicamento.

Para la epilepsia:

• Adultos y niños mayores de 12 años: al principio, 300 miligramos (mg) 3 veces al día. Su médico puede ajustar la dosis según sea necesario y tolerado. Sin embargo, la dosis no suele superar los 1800 mg al día (600 mg 3 veces al día).
• Niños de 3 a 11 años: la dosis depende del peso corporal y debe determinarla su médico. La dosis inicial es de 10 a 15 miligramos (mg) por kilogramo (kg) de peso corporal al día y dividida en 3 dosis. Su médico puede ajustar la dosis según sea necesario y tolerado.
• Niños menores de 3 años: el uso y la dosis deben ser determinados por su médico.

Para la neuralgia postherpética:

• Adultos- Al principio, 300 miligramos (mg) como dosis única por la noche. Su médico puede ajustar la dosis según sea necesario y tolerado. Sin embargo, la dosis no suele superar los 1800 mg al día.
• Niños: el uso y la dosis deben ser determinados por su médico.

Efectos secundarios

Efectos secundarios frecuentes:

• fiebre, escalofríos, dolor de garganta, dolores corporales, cansancio;
• dolor de cabeza;
• hinchazón de piernas y pies;
• problemas al hablar;
• problemas de visión, mareos, somnolencia;
• temblores, problemas de equilibrio o de movimiento muscular; o
• Náuseas, vómitos.