Aunque la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2 suenan casi parecidas, son enfermedades distintas con causas diferentes.
La principal diferencia entre tipo 1 y diabetes tipo 2 es que la de tipo 1 está causada por una respuesta autoinmune y se manifiesta muy pronto en la vida. Por otro lado, la diabetes de tipo 2 se desarrolla con el tiempo y está asociada a factores relacionados con el estilo de vida, como la inactividad física y el sedentarismo.
Diabetes de tipo 1 frente a diabetes de tipo 2
La diabetes de tipo 1 es una enfermedad que dura toda la vida y que se produce cuando el organismo no puede producir insulina. La insulina es la hormona que regula el azúcar en sangre, y cuando una persona tiene diabetes, sus niveles de azúcar en sangre se elevan demasiado sin que se convierta adecuadamente en energía. Los diabéticos de tipo 1 necesitan inyectarse insulina a diario para controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Aunque no hay forma de prevenir la diabetes de tipo 1, las personas con antecedentes familiares de esta enfermedad pueden someterse a pruebas de detección desde una edad temprana. Un diagnóstico precoz puede ayudar a los niños a aprender a controlar su enfermedad y a prevenir un aumento de la glucemia en el futuro.
Por su parte, la diabetes de tipo 2 es otra afección grave cuando el organismo no puede regular correctamente el azúcar en sangre. Sin embargo, en la diabetes de tipo 2, el páncreas sigue produciendo insulina, pero no la suficiente para regular el azúcar en sangre. Esto se denomina resistencia a la insulina. La diabetes de tipo 2 no tratada puede derivar en complicaciones graves como cardiopatías, enfermedades renales y ceguera.
¿Cuál es la diferencia entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2?
Las personas con diabetes tipo 1 corren un mayor riesgo de experimentar fluctuaciones extremas en los niveles de azúcar en sangre. En algunos casos, las personas con diabetes tipo 1 pueden experimentar niveles de azúcar en sangre peligrosamente bajos que incluso pueden provocar un coma diabético. Por ello, las personas con diabetes tipo 1 deben vigilar y controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Aunque las personas con diabetes de tipo 2 también pueden experimentar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, no suelen ser tan drásticas como las que experimentan las personas con diabetes de tipo 1. Los pacientes con diabetes de tipo 2 pueden controlar la enfermedad con dieta, ejercicio y pérdida de peso con la ayuda de la medicación adecuada.
Una persona diabética de tipo 2 puede sufrir complicaciones adversas si no se trata o controla. Sin embargo, los riesgos potenciales para la salud de la diabetes de tipo 2 son menos graves que los asociados a la diabetes de tipo 1. Las personas con diabetes de tipo 2 pueden sufrir complicaciones como cardiopatías, enfermedades renales y ceguera, pero éstas pueden evitarse con un tratamiento adecuado.
Tanto la diabetes de tipo 1 como la de tipo 2 son enfermedades graves que requieren un tratamiento diario. Además, ambas conllevan el riesgo de complicaciones graves. Si le acaban de diagnosticar diabetes, no tiene por qué sentirse abrumado. Con el apoyo y el plan de tratamiento adecuados, puede seguir llevando una vida sana y feliz.